¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario?[1]
Como cualquier parte orgánica, el sistema inmune envejece y nos hace más vulnerables a las infecciones y a todo tipo de enfermedades.
El sistema inmunitario, el recurso de nuestro organismo para defendernos de los virus, ha ganado protagonismo por la pandemia de covid-19.
Además de las enfermedades preexistentes, esta es una de las razones por la que las personas mayores de 65 años corren más riesgo de contagiarse y desarrollar la enfermedad en forma más virulenta.
¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario?
La edad del sistema inmunitario no coincide necesariamente con la edad cronológica. En la medida en que nos hacemos mayores, la discrepancia puede ampliarse.
«Podemos tener individuos que cronológicamente tienen 80 años y un sistema inmune que parece de una persona de 62 años. O, todo lo contrario: una persona de 60 años cuyo sistema inmune parece el de una persona de una edad mucho más avanzada», le explica Shai Shen-Orr, inmunólogo del Instituto de Tecnología de Israel Technion.
Lo interesante es que, en forma simple, podemos ralentizar el envejecimiento o, eventualmente revertir su edad.
Para entender cómo se logra, es necesario comprender cómo funciona y cómo se deteriora con el tiempo.
¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario? Células B y Células T
El sistema inmune tiene dos partes, cada una con distintos tipos de células.
Por un lado, la llamada respuesta innata, primera línea de defensa que se activa casi inmediatamente, cuando se detecta un organismo extraño.
La respuesta innata contiene «neutrófilos, que atacan sobre todo bacterias; monocitos, que ayudan a organizar al sistema inmune, alertando a otras células inmunitarias de que hay una infección.
Por otro lado, está la respuesta adaptativa, protagonizada por los linfocitos T y B que combaten patógenos específicos. Esta respuesta tarda unos días en activarse, pero una vez que lo hace, lo recordará en el futuro y lo combatirá de nuevo cuando aparece.
Las células B se fabrican en la médula ósea y son las encargadas de producir anticuerpos. Los linfocitos T que se producen en el timo e identifican y matan a patógenos o células infectadas.
Luego están las células NK, o células asesinas, encargadas de combatir virus o cáncer.
¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario? La caída de todas las funciones del sistema
“Cuando nos hacemos mayores estas células no funcionan tan bien «, explica Janet Lord, directora del Instituto de Inflamación y Envejecimiento de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido.
«Al envejecer producimos menos de los linfocitos necesarios para combatir una infección nueva, como el SARS-CoV-2», indica Lord, quien añade: «Tampoco funcionan muy bien los que tu cuerpo creó en el pasado, para combatir otra infección».
En la vejez, la respuesta innata produce un poco más de células, pero estas no funcionan bien y la respuesta adaptativa produce menos linfocitos B.
La disminución de células T se debe a que «el timo comienza a encogerse a los 20 años de edad y se hace cada vez más pequeño; a los 65 o 70 años, solo queda un 3%», dice Lord.
La pérdida de las células que salvaguardan la memoria de los patógenos hace que al envejecer perdamos la capacidad de responder a una infección y también a las vacunas que las previenen.
Por ejemplo, en la vacuna contra la gripe «el 40% de los adultos mayores de 65 años no genera una respuesta positiva», comenta Shen-Orr.
¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario? Inflammaging
«Además de no funcionar en forma óptima, con la edad las células del sistema inmune tienden a causar inflamación, lo cual da lugar a numerosas enfermedades», explica Lord.
La edad genera más inflamación en la sangre y en los tejidos, lo cual, en inglés se denomina inflammaging, combinación de las palabras inflamación (inflamation) y envejecimiento (ageing).
«Al hacernos mayores, cuesta más recuperarnos de una infección o de una herida y algunas infecciones puedan volverse crónicas», dice Encarnación Montecino, investigadora de la Universidad de California, en Estados Unidos.
Ella agrega: «Infecciones que estaban bajo control pueden reaparecer (como el herpes zóster o la tuberculosis); aumenta la sensibilidad a nuevos patógenos (gripe, neumonía), así como la incidencia de cáncer”.
¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario? No siempre es cuestión de edad
Hasta hace poco no era posible determinar la edad inmunitaria. En este campo de la salud hay varios hallazgos derivados de la pandemia.
Con el avance de los años todos sufrimos un deterioro cuya trayectoria es previsible, sin embargo, esto varía con cada individuo, por razones genéticas y también, en gran medida, por el estilo de vida.
Las investigaciones de Shen-Orr y su equipo, en colaboración con la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, crearon un método para obtener esta información, crucial para tratamientos acertados.
«Analizando los 18 tipos de células del sistema inmune y la expresión de los genes en una muestra de sangre, podemos establecer en qué estadio del proceso de envejecimiento se encuentra el sistema inmunitario «, explica Shen-Orr.
Diferencias entre los sistemas inmunológicos de las mujeres y de los hombres
La variación en la velocidad del proceso de deterioro también se vincula a la diferencia de género.
«Los dos sexos sufren el envejecimiento inmunitario debido a efectos de las hormonas sexuales, pero algunos elementos envejecen a ritmos distintos en hombres y mujeres», señala Montecino.
Por ejemplo, en las mujeres «la menopausia produce una nivelación de los efectos protectores del estrógeno».
¿Cómo envejece nuestro sistema inmunitario? El envejecimiento puede ralentizarse
La clave está en mantenerse físicamente activo: «Permanecer mucho tiempo sentado, es pésimo para el organismo», explica Lord.
«Se realizaron estudios con personas que se mantuvieron activas desde que eran jóvenes, hasta la tercera edad: Ciclistas de hasta 80 años que continuaron haciendo 100 km o 150 km a la semana muestran resultados increíbles. Ellos tenían muchas células T y el timo no se había encogido». dice Lord.
«En otro estudio se monitoreó el caminar, encontrando que, al hacer 10.000 o más pasos al día, los neutrófilos se parecen a los de una persona de 20 años».
«Yo pensaba que esa cifra era un invento de las personas que vendían dispositivos para medirlos, pero cuando hicimos el estudio, quedé sorprendida», confiesa Lord.
Todo depende del estado físico del que uno parta, pero básicamente es hacer ejercicios simples como pararse y subir y bajar en puntas de pie, subir escaleras y levantar un poco de peso con los brazos, si uno es mayor o no está en buen estado físico, o hacer ejercicio intenso por lapsos de tiempo breve, si está en forma.
«Simplemente haz algo. Todo lo que puedas hacer ayuda».
Una cosa es disminuir el ritmo y otra es revertir el proceso de envejecimiento
Detener el deterioro es un paso, más que importante.
Lord señala que un estudio pequeño (12 participantes), publicado el año pasado, mostró, por primera vez, que suministrando tres drogas diferentes se pudo revertir la edad inmunitaria y la edad biológica en 2 años.
Shen-Orr menciona un estudio sobre una droga en la que su equipo trabaja (cuyos resultados aún no se han publicado), muestra que la reversión es posible.
«Vimos una reducción de la edad inmunitaria, pero no sabemos aún si esta se va a mantener de forma permanente», señala.
Otros factores que pueden ayudar en este sentido son el tiempo sueño, óptimo de 6.5 – horas y una dieta variada, rica en fibra y en alimentos fermentados, con poca carne roja, para mantener la salud de la microbiota intestinal (campo de investigación aún en su infancia).
[1] Fuente: Laura Plitt. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/
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