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Covid-19

El covid-19 afecta los sistemas de salud para enfermedades no transmisibles

Desde comienzos de la pandemia del covid-19, los servicios de salud para la prevención y el tratamiento de enfermedades no transmisibles se han visto poderosamente afectados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado cuenta de esta situación a través de una encuesta del mes de junio. Esta fue completada por un total de 155 países, confirmando que el impacto se da a nivel internacional desde que la pandemia del coronavirus comenzó.

En este sentido, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el Director General de la OMS explica que:

«Los resultados de esta encuesta confirman lo que llevan diciendo los países desde hace varias semanas (…) Muchas personas que necesitan tratamiento contra enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes no han recibido los servicios sanitarios y los medicamentos que necesitan desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Es fundamental que los países encuentren formas innovadoras de garantizar que los servicios esenciales contra las ENT continúen, incluso mientras luchan contra la COVID-19».

Reasignación de personal de enfermedades no transmisibles

Una de las problemáticas que ha llevado a esta situación tiene que ver con la reasignación de personal. Más del 90% de los países que participaron de la encuesta han asegurado que se han visto en la necesidad de reasignar el personal de trabajo en el área de enfermedades no transmisibles hacia el sector de covid-19.

En más del 50% de los países se han aplazado los programas de detección de enfermedades no vinculadas al coronavirus. Esto ha ido en consonancia de las primeras recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, vinculadas a la reducción al mínimo de la atención no urgente en los centros de salud. Ello, entendiendo a los centros de salud, hospitales y clínicas como potenciales puntos de contagio.

Se han suspendido o cancelado los tratamientos planificados, en conjunto con medidas de reducción del uso de transporte público. Estas medidas, junto con la reducción de personal en áreas no vinculadas al coronavirus ha afectado considerablemente los servicios de atención en enfermedades no transmisibles.

Interrupción de servicios

El 53% de los países que han formado parte de la encuesta de la OMS han interrumpido – sea parcial o totalmente – los servicios de salud para tratamientos no vinculados a la pandemia. Se destacan en este sentido los servicios para hipertensión, los de tratamiento de diabetes y de complicaciones conexas. También se han suspendido en un 42% de los países encuestados los servicios de tratamiento para el cáncer y los servicios de emergencias cardiovasculares.

En casi dos tercios de los países que participaron de la encuesta se han interrumpido los servicios para rehabilitación de pacientes. Esto ha complejizado el tratamiento también de pacientes covid-19 positivos, debido a que la rehabilitación es necesaria también para estos casos.

En lo que respecta a cómo tomar medidas en este sentido, la Directora del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, Bente Mikkelsen, indica que:

«Lo que sabemos ahora, sin embargo, es que no solo las personas con ENT son más propensas a enfermar gravemente por el virus, sino que muchas no pueden acceder al tratamiento que necesitan para tratar sus enfermedades. Es muy importante no solo que la atención a las personas con ENT se incluya en los planes nacionales de respuesta y preparación frente a la COVID-19, sino que se encuentren formas innovadoras de aplicar esos planes. Debemos estar preparados para «reconstruir mejor», lo que conlleva reforzar los servicios de salud con el fin de que estén mejor equipados para prevenir, diagnosticar y atender las ENT en el futuro, en cualquier circunstancia.»

Se considera esperanzador, en este contexto, el dato de que el 70% de los países encuestados indican haber reunido datos sobre pacientes covid-19 positivos que también poseían alguna enfermedad no transmisible. Muchos países están estableciendo estrategias alternativas para posibilitar que las personas vulnerables y con problemas de salud puedan retomar o recibir tratamientos para sus enfermedades no transmisibles.

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