Hacia fines del mes de octubre, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha publicado un informe titulado: “Progreso hacia el logro de las metas mundiales de tuberculosis y la implementación de la declaración política de la reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la lucha contra la tuberculosis”. Un informe que enfatiza los compromisos de respuesta a la tuberculosis en el mundo.
Lo que hace este informe es enfatizar que los compromisos y metas de alto nivel han galvanizado el progreso a nivel global hacia la erradicación de la tuberculosis. No obstante, aclara que se necesitan de acciones e inversiones que sean urgentes y ambiciosas. Ello, en particular en un contexto como el actual de pandemia del COVID-19. El informe ha sido elaborado con apoyo del Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
¿Qué es la tuberculosis?
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa. Es causada por una bacteria y suele afectar especialmente a los pulmones. Se transmite de persona a persona mediante gotículas que se generan en el aparato respiratorio de pacientes que tienen enfermedad pulmonar activa.
Cuando la infección se tuberculosis se desarrolla en personas sanas, suele ser asintomática. Esto se debe a que el sistema inmunitario actúa formando una barrera alrededor de la bacteria. Si la enfermedad está activa y presenta síntomas, los más frecuentes suelen ser la tos, dolor torácico, pérdida de peso, debilidad, fiebre y sudoración en la noche. Es una enfermedad que se puede tratar a través de la administración de antibióticos, requiriendo un tiempo aproximado de seis meses.
Esfuerzos para una mayor respuesta a la tuberculosis
Explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) que:
“El informe del Secretario General, basado en datos presentados por unos 200 países al Programa Mundial de TB de la OMS, proporciona una revisión del progreso hacia los objetivos mundiales de TB y sobre la implementación de la Declaración. A pesar de los logros recientes en la reducción de la incidencia y las muertes, y en el cierre de las brechas en el acceso a la prevención y la atención, el informe subraya que los logros son frágiles. La tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte infecciosa del mundo”.
A su vez, indica la OMS que, el actual, es un año que ha cambiado radicalmente las reglas del juego. La Dra. Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial de TV de la OMS, explica que:
“(…) los países se encuentran a mitad de camino en sus esfuerzos para lograr los objetivos de la Declaración Política de la ONU gracias a la acción nacional y política. Sin embargo, estas ganancias están en riesgos especialmente debido a la crisis de COVID-19 (…) Debemos tomar acciones audaces urgentemente que transformarán drásticamente la respuesta a la tuberculosis. Mientras luchamos para superar juntos la pandemia de COVID-19, no debemos dejar atrás a los millones de personas que sufren y mueren de tuberculosis. ¡Todas las vidas importan!”.
Lo que hace la OMS ante esta situación es instar a los Estados miembros a implementar las diez recomendaciones prioritarias. Ello, a fin de encaminar al mundo hacia el logro de los objetivos que se han acordado en común para el año 2022. Además, para reducir el costo humano y social que genera la enfermedad de tuberculosis.
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