Dentro de la industria farmacéutica, la contaminación es uno de los aspectos más peligrosos. Esta puede poner en riesgo la calidad, la integridad y la seguridad de los productos del sector para los consumidores finales. Por eso, es fundamental que las empresas del sector adopten diversos mecanismos orientados a poder prevenir la contaminación y reducirla al máximo.
¿Qué es la contaminación en la industria farmacéutica?
Cuando hablamos de contaminación en la industria farmacéutica, estamos haciendo referencia a la presencia de materiales no deseados. Entre estos, se destacan el polvo y las partículas que puedan aparecer tanto durante la manufactura como durante el transporte y el almacenamiento. En otros términos, podemos concebir como contaminante a cualquier material no deseado que pueda encontrarse en los productos o en las zonas de trabajo e implicar la calidad o efectividad final del mismo. Son contaminantes que pueden tener un efecto sobre la calidad del proceso y del producto final.
Los tipos de contaminantes en la industria farmacéutica
Siguiendo lo dicho anteriormente, existen diversos contaminantes que pueden aparecer en los espacios de manufactura de la industria farmacéutica. Estos se dividen en tres grandes tipos de contaminación. Son:
- La contaminación química: es la que se da por el contacto con gases, con vapores y con moléculas del aire, incluyendo la humedad.
- La contaminación física: es el tipo de contaminación que se da por partículas, trozos desprendidos de materiales o materiales de fibra.
- La contaminación biológica: finalmente, la contaminación biológica hace referencia en particular a la aparición de virus, de bacterias y también de hongos que puedan afectar a los productos.
Contaminación química
Para profundizar más en el tema, podemos decir que un ejemplo de contaminación química se podría dar si el producto es almacenado en un contenedor que había, previamente, almacenado a otro producto. Si el contenedor ha sido limpiado adecuadamente, esta situación no debería darse. Pero sí puede suceder en caso contrario. Si eso pasa, la composición química del producto anterior puede adherirse al producto nuevo, añadiendo impurezas y generando la contaminación
Contaminación física
Por su parte, cuando se habla de contaminación física, se está haciendo referencia, por ejemplo, a una fuga en el contenedor de retención. Esto contaminaría el producto del interior.
Contaminación biológica
Por último, la contaminación biológica es la que se da particularmente si una bacteria se desarrolla. Esto puede pasar si los contenedores o equipos no se han limpiado o secado correctamente. Un contenedor o artefacto que está mal limpiado o contaminado puede afectar y contaminar al producto en sí. En general, la contaminación biológica se da cuando se utiliza indumentaria inapropiada de trabajo, cuando se tiene prácticas antihigiénicas, cuando hay lesiones abiertas, cuando se usan materiales que no han sido correctamente desinfectados, cuando los trabajadores asisten a los espacios laborales con enfermedades contagiosas, entre otras posibilidades.
¿Cómo prevenir la contaminación en la industria farmacéutica?
Existen diversas medidas que se pueden tomar para prevenir la contaminación en el sector. Las más importantes son:
- Brindar equipo de protección adecuado
- Prevenir entradas y salidas innecesarias
- Desinfectar y secar adecuadamente las herramientas y los contenedores
- Evitar cruzar materiales o productos diferentes entre sí
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