Convergencia de espacios y emociones[1]
Cuenta la historia que cuando Jonas Salk trabajaba en la vacuna para la polio, agobiado, decidió viajar a Italia y en la Basílica de San Francisco de Asís encontró la respuesta
Convencido de que este icónico edificio había sido fundamental para su inspiración, en 1965 fundó, junto al arquitecto Louis Kahn, el Instituto Salk; una instalación científica que busca alentar la creatividad y sentar las bases de la relación entre espacios, formas y productividad.
Convergencia de espacios y emociones. Neuro-arquitectura
La Neuro-Arquitectura se nutre de las Neurociencias para el Diseño Arquitectónico de Espacios y Formas destinadas al Bienestar humano.
Se entiende en los contextos Mental, Psicológico y Fisiológico de los Habitantes en un Espacio de Vivencias. Tienen como finalidad inducir al Bienestar Humano, en forma Agradable, Grata y Eficiente.
Tiene como fin crear espacios acordes con las necesidades humanas, para generar bienestar y productividad, según modos de habitación, producción, inspiración y descanso.
En ella, es fundamental que, a través de cada Obra Arquitectónica, la Mente y el Cuerpo Perciban Bienestar Mental y Físico, Emocional y Racional y demás Valores de Importancia para el Buen-Vivir, de Individuos y Comunidades Humanas.
Estudia el habitat, sobre el cerebro, entiende qué interacciones, emociones, sentires y hormonas, se movilizan en el entorno espacial, para diseñar ambientes particulares, con base en requisitos y estilos de vida, forma, trabajo, ritmo y naturaleza.
El diseño arquitectónico se Inspira en la Neuro-Biología, en las capacidades intuitivas, perceptivas y creativas de los habitantes, en Experiencias Sentir-Estar-Ser esperadas.
Su propósito es Crear Espacios Agradables, Motivadores, Productivos y Saludables.
“A la hora de pensar nuevos espacios para vivir, la neuro-arquitectura nos brinda un norte para empezar a diseñar o construir” explicó María del Mar Danuzzo, arquitecta experta en neurología aplicada a los ambientes.
En el ámbito laboral la variable arquitectónica favorece la productividad y la creatividad.
Neuro-arquitectura: ¿Cómo Generar Bienestar en Espacios de Trabajo?.
Iluminación
La iluminación natural mejora la productividad, la memoria y la concentración en los espacios de trabajo. Así mismo, las personas que más luz reciben (sobre todo en la mañana) duermen mejor y tienen una mayor calidad de vida.
Tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo, el estado de alerta y el metabolismo.
La luz natural también impregna el espacio de calma lo que estimula la sensación de bienestar.
Por otro lado, la luz artificial, deficiente, no contribuye al desarrollo efectivo de las actividades.
Color
La selección de los colores en los espacios de trabajo impacta en el comportamiento de las personas, en las decisiones que toman y en las emociones, de manera positiva o negativa.
Los colores verde, azul y amarillo que evocan a la naturaleza resultan beneficiosos; en las oficinas, fomentan el bienestar. Los verdes oscuros e intermedios alivian el estrés. Los anaranjados, amarillos pálidos o marrones, no deben usarse en exceso. Para estimular la atención y la concentración es conveniente acentuar algunos elementos con el rojo.
Ruido
A través de la altura de los techos y el uso de paneles acústicos en la oficina se pueden generar zonas para hablar por teléfono o concentrarse de manera individual, lo ideal es contar con un espacio que ofrezca diferentes tonalidades acústicas que le brinden dinamismo al espacio y evitar espacios demasiados silenciosos o estruendosos que pueden generar sensación de estrés o ansiedad.
Flexibilidad de los espacios
El trabajo que hacemos ha cambiado y también lo ha hecho la estructura de la oficina.
Los antiguos espacios de trabajo con cubículos han sido reemplazados en la actualidad por espacios más abiertos y adaptables a diferentes dinámicas, que fomentan el trabajo colaborativo y la conexión entre las personas, reduciendo el nivel de estrés e incrementando notablemente la creatividad.
Temperatura
Afecta procesos como la percepción y la memoria. También puede modificar nuestras emociones.
La temperatura ideal en los espacios de trabajo, se encuentra entre los 20ºC y 23ºC aproximadamente. Estudios recientes informan que las mujeres particularmente resultan ser más productivas en entornos laborales con temperaturas cálidas.
Materiales orgánicos
Otro punto clave en el bienestar, resulta ser el diseño biofílico en las oficinas, que busca conectar a las personas con elementos de la naturaleza partiendo de que “la naturaleza nos hace sentir bien”.
Es fundamental el uso de materiales tales como: maderas, lanas, piedras, entre otros, ya que desarrollamos beneficios físicos y mentales al sentirnos en armonía con entornos naturales.
Convergencia de espacios y emociones ¿Dónde?
Se usa en todo tipo de espacios de reunión y habitación en hogares, oficinas, salas, comedores, campamentos y ambientes de trabajo.
Utilizar neuro-arquitectura en los colegios, impacta el rendimiento de los alumnos. Hacerlo en espacios de trabajo genera resultados, en términos de productividad y creatividad.
En lugares donde es fundamental mantener la calma, como bibliotecas, salas de espera. Para mejorar la recuperación de los pacientes en hospitales y centros médicos.
Colores y formas
Un ambiente totalmente blanco genera ansiedad.
Los colores pasteles comunican calma y los vibrantes invitan al movimiento”,
Los azules traen tranquilidad. El amarillo está asociado a la diversión y/o creatividad. El rojo produce sentimientos más intensos, el verde se asocia a la naturaleza.
“Para lograr más concentración se usan colores oscuros o estampados. Ahora se usan mucho los vinilos sobre paredes. Los espacios abiertos o los patios internos, ayuda a lograr un mayor bienestar.
La experta contó que está construyendo oficinas en donde “tuvo en cuenta la altura de los techos que, al ser más altos, bajan el nivel de ansiedad y estimulan la creatividad.
Incorporar ventanas para crear espacios más luminosos o combinar ciertos colores, materiales, texturas y acabados, en armonía con los sentimientos que se generan en los entornos espaciales, ayuda a disminuir el estrés.
Las formas geométricas también están involucradas. Los acabados redondeados producen tranquilidad y armonía, mientras que las formas agudas, nos ponen en alerta.
Los espacios cuadrados generan más ansiedad que los rectangulares. Las superficies duras generan eco sonoridad y esto causa estrés.
Influyen los ángulos, tanto en las paredes como en muebles, techos, detalles bordeados”, precisó. Las puntas y los colores fuertes estresan.
¿Y la naturaleza..?
¿Qué sucede con las plantas? Sobre este punto, la arquitecta explicó que básicamente limpian el ambiente, lo purifican y hacen bien a la salud. Con ellas traemos el exterior, al interior”.
La forma en que se utilice el color puede llegar alterar completamente la apariencia del espacio y, al mismo tiempo, influir en el estado de ánimo y la creatividad de las personas.
El azul y algunos verdes intermedios ayudan a la creatividad.
A la hora de diseñar tenemos que tener bien planificadas las funciones de cada espacio.
Iluminación
La luz natural aumenta la concentración y favorece la calma; ayuda a la concentración de las personas y genera un ambiente más amable que la luz artificial, que obliga al cerebro a esforzarse más y eso incide negativamente en la productividad.
Además, la luz natural acerca a los individuos con el exterior de los espacios.
Los espacios verdes son centrales. Las vistas al exterior de los edificios mejoran el estado de ánimo de quienes habitan en esos espacios”.
La cocina es un punto de encuentro, en donde también nos reunimos con los amigos, por lo que todas esas funciones requieren determinadas terminaciones o colores que, diferente a las de una habitación.
Convergencia de espacios y emociones. El espacio es vinculante
El arquitecto Gabriel Wajnerman explicó: “Trabajamos con espacios o secuencias/sistemas de espacios y siempre que sean concebidos a consciencia, podríamos estar ante la Neuro-Arquitectura, conscientes de que esa espacialidad o sumatoria de componentes que crean una atmósfera, pueda generar condiciones positivas para el ser humano, en el habitar/trabajar o función para la que se destina la obra”.
“El espacio es vinculante a la sensación que genera en el usuario, y puede ser influyente en los sentidos.
Uno en la arquitectura, por ejemplo, puede hacer aportes desde lo que se ve, por lo tanto, el manejo de la luz y la cromoterapia juegan un papel importante en entender cómo el color promueve un estado de ánimo.
También desde los sonidos, ya que, por ejemplo, un ambiente que cuenta con agua en movimiento transmite paz, bienestar y armonía”, precisó.
Para él, “la vegetación transmite mucho más de lo que se ve. Favorecer ambientes frescos, bien ventilados e iluminados; combinados con lo que se huele, es básico y elemental para estimular positivamente los sentidos.
Convergencia de espacios y emociones ¿Cómo un espacio puede estimular sensaciones?
Lo podría resumir como “un desafío de dimensiones” en donde acertar, es conectar dimensión con emoción.
Si yo quiero sentir estímulo de opresión, solo con trabajar con un pasillo angosto, en donde las paredes se acercan a los hombros ya estoy generando tal sensación. Esto se podría enfatizar al proyectar, p. ej: un techo con el doble de alto.
También puedo estimular con el color, trabajando un ambiente oscuro. Lo mismo sucede con el uso de la luz, las texturas, el tacto, etc. El estímulo original, fue la dimensión correcta”, precisó el especialista.
“Una espacialidad práctica, cómoda, funcional, interconectada con cierta fluidez, será percibida como algo favorable en el bienestar de la persona.
Una espacialidad que se la perciba estable, firme, también hará un aporte de confort en nuestra percepción, tanto como que lo inestable, generaría lo opuesto.
Además, así como el cuerpo humano, la arquitectura puede ser analizada desde la geometría, las proporciones, sus relaciones entre sí, el equilibrio y el orden, consiguiendo implícitamente un resultado identificado, como algo bello”, concluyó.
Convergencia de espacios y emociones. Pandemia
Consultada, si la pandemia empezó a jugar un papel importante en estos esquemas, Danuzzo fue contundente: “Sí, claro. Son muy importantes la ventilación y la iluminación, al mismo tiempo que mantener por ejemplo distancia en los elementos que se incorporan, como escritorios con mamparas, etc.”
El encierro
La sensación de estar encerrados genera estrés, disminuye la salud y la productividad.
Si tomamos en cuenta que el 90% del tiempo las personas lo pasan dentro de un edificio o en un entorno cerrado, diariamente entonces nuestros sentidos se encuentran expuestos a la conformación del espacio construido.
Es allí donde el concepto de la Neuro-Arquitectura entra en juego, ya que esta disciplina estudia cómo la conformación del espacio arquitectónico influye en el comportamiento de las personas, produciendo sensaciones de bienestar o, por el contrario, de ansiedad.
Así lo dice Fred Gage: “El entorno donde estamos y vivimos cada día está cambiando la estructura de nuestro cerebro y lo que es más, afectando la expresión de nuestra información genética”.
[1] Fuentes: La Nacion, Neuromarketing: La Neuro-arquitectura: donde los espacios y emociones se unen | América Retail (america-retail.com) Neuro-arquitectura – Primera Edición (primeraedicion.com.ar), https://www.lanacion.com.ar/
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